Translate

viernes, 14 de noviembre de 2014

Mentiras llenas de posibilidad

Creo que esto va rozando la enfermedad. Sigo obsesionada esperando un: ¡Hola! ¿qué tal? que nunca llega. Las lágrimas brotan cada día a la hora de estudiar, cada noche a la hora de dormir, ya que no me dejabas hacer ninguna de las dos cosas.
Tantas como tu desees. ¿ Y a vosotras que os sugiere? . Bss.He notado cierta debilidad en mi cuerpo, un profundo cansancio en mis huesos, un suspiro sin la fuerza suficiente para emitir sonido. Oigo mi corazón, lleno de carencias, con una arritmia que poco a poco se va haciendo crónica, los latidos no acostumbran a tantas emociones juntas.
Un mensaje positivo que levantará el ánimo a cualquiera
Me encantaría abrazarte, decirte que te echo de menos, besarte hasta quedarme sin labios, y por qué no, hacer el amor, sin tener en cuenta el tiempo, sin pensar tan siquiera. Recorrernos con los dedos cada poro de la piel, inspeccionando cada uno de nuestros lunares, pasando por alto que se haga tarde, camuflándonos entre sábanas, peleándonos con cojines, comiéndonos a besos, amándonos en el silencio inexistente de un orgasmo...
Si te soy sincera, más que nada echo de menos nuestras mentiras llenas de posibilidad: un futuro viaje, un para siempre, una canción dedicada, unas palabras de novela... En resumen, echo de menos nuestros planes que no hicimos, nuestros sueños que no logramos, nuestros deseos que no cumplimos, nuestro amor que no gastamos.

Querida vida:

Hoy vengo hablaros de la vida, esa a la que todos pensáis conocer, y sinceramente, nadie lo hace. ¿Por qué? no hay cosa más falsa que la vida, pues tiene más caras que personas en el mundo, cada una con una versión de ella completamente distinta.
... aprender a vivir aprender a conectar con nosotros mismos aprender aPregúntale a un rico, te dirá que es preciosa.
Pregúntale a un hombre de negocios, te hablará de trabajo duro y responsabilidad.
Pregúntale a un niño, te ilusionará con que hay miles de cosas por hacer, te contará sus planes, con su sonrisa imborrable.
Pregúntale a un yonqui, y entonces dime, ¿es para él lo mismo?
O tal vez pregúntale a un corazon roto y sus ganas de morirse
Querida vida, eres falsa, injusta. Puedes ser maravillosa u horrible, ¿cómo puedo dar una opinión, escribir sobre algo tan cambiante? Lo intenté, pero no puedo, espero que lo entiendas.
Atentamente:
Alguien aprendiendo a vivir.

lunes, 21 de abril de 2014

Las olas de la vida.

Y después de tanto tiempo, por fin te das cuenta, no sabes si durará, si no, pero ahora, en este momento, sientes que por fin todo va a ir bien. Solo hicieron falta unas palabras de aliento, que tal vez estuvieras harta de escuchar, pero que solo entonces, te llegaron al alma. Quizá fue el apoyo de un amigo, que siempre estuvo ahí, pero no supiste valorar hasta el presente. O... ¿sabes lo verdaderamente sorprendente? Que en mi caso, no fue nada bueno, todo fue mal, sufrimiento tras sufrimiento, hasta que no pude más. Yo sé que nadie lo entenderá nunca, y qué mas da, yo tampoco lo entiendo. Solo sé que hay ciertos momentos en los que tanta tristeza no es sana, y solo necesitas un golpe, uno fuerte, una última lágrima, para cerrar el paso a las demás. Cerrar un capítulo de tu vida doloroso pero necesario, que ese último desengaño te sirva para despegar con más fuerza, para volver a ser la que muchos ya habrán olvidado. Sentir que todo es posible, fácil, si se trata de ti. Volver a recuperar la confianza que creías perdida, y sonreír, y ver que no es difícil recordar como se hacía. Salir a la calle, con ojos brillosos, pero esta vez de alegría, llamar a una amiga, y querer comerte el mundo. Hacer planes locos, sin sentido y con una gran probabilidad de nunca llevarlos a cabo, pero ¿y qué? ¿no es mejor vivir a lo loco que morir ahogado en lágrimas? Somos jóvenes por dios, siempre hay razones para levantar cabeza, por muy turbio que veas el día, por mucho que el llanto te nuble la vista, mañana hará sol, y en la playa te espera tu autoestima, con una tabla de surf, esperando a coger contigo las olas de la vida, porque siempre no son bajadas, tambien hay subidas, aunque un poco más amenas, si confías en ti misma.